El Barça se lleva su 27ª Copa del Rey tras vencer al Real Madrid en una final de lo más vibrante. Los azulgrana suman la 4ª en 5 años y revalidan el título conseguido el año pasado, segundo para Jasikevicius como entrenador (foto: ACB Photo).
El partido empezó muy cuesta arriba para los azulgranas, que vieron como el planteamiento asfixiante del Real Madrid en defensa les dejaba con la peor anotación en la historia de un cuarto en la competición. Abalde, Deck y un superlativo Taylor en una defensa de cambios, más el poco acierto del cuadro culé en el tiro hizo que llegásemos con un 19-5 al final del 1º cuarto.
El equipo de Pablo Laso siguió igual de agresivo, controlando el rebote en ambas zonas y consiguió su máxima del partido con el +16 (23-7) , con un Barça todavía desacertado en ataque y que solo consiguió 6 canastas de campo en todo el primer tiempo. Por suerte para los de Saras el Madrid tampoco brillaba en exceso en ataque y tras unos primeros 20 minutos donde se estaba viendo que los movimientos de banquillo iban a ser importantes nos fuimos al descanso solo 11 abajo (29-18).
El Barça reacciona a tiempo
La salida de vestuarios fue determinante, con la misión de bajar de los 10 puntos de desventaja para meterse en partido. Mirotic tiró del carro cuando el equipo más lo necesitaba y poco a poco la renta madridista fue reduciéndose.
Los de Laso empezaban a tener dudas y tampoco acababan de romper el partido, mientras que el Barça seguía yendo para arriba picando poco a poco hasta terminar el tercer cuarto a tan solo 5 puntos (46-41).
Un triple de Laprovittola igualaba el partido a 46 y ahí es cuando apareció la figura de Jokubaitis. El joven lituano se erigio clave en los minutos finales de partido, metió dos triples, sacó un 2+1 y llenó de moral a un equipo que cada vez se lo creía más y se fueron con la máxima del partido (53-59) a tan solo 2 minutos del final.
Un final de infarto
El Real Madrid no había dicho aún su última palabra y en una muestra de casta llegó a igualar de nuevo el partido (59-59). Ahí apareció Mirotic otra vez para sentenciar el encuentro desde el tiro libre. La seguridad y sobre todo la frialdad para asegurar los puntos finales y no fallar (9/9 en TL) llevaron al Barça a coronarse como campeón de Copa (59-64 final).
El español fue nombrado MVP (segundo para él) del torneo. Acabó con 19 puntos, 5 rebotes y 19 de valoración y se muestra como el líder del proyecto azulgrana que suma ya 2 títulos de Copa de manera consecutiva de la mano de Saras Jasikevicius.