El Barça se metió en la final de la Copa del Rey después de vencer 3-0 al Sevilla y volverá a La Cartuja para afrontar su segunda final de la temporada. Dembélé, Piqué y Braithwaite fueron los goleadores en otra noche mágica en el Camp Nou (Foto: FC Barcelona).
Necesitaba el barcelonismo una noche como la vivida este miércoles en el Camp Nou. No está siendo la mejor época del club, ni deportiva ni extradeportivamente, y lo cierto es que todos hubieran firmado a finales de agosto el llegar a marzo vivos en Liga y habiendo alcanzado dos finales en un curso que se intuía demasiado duro. Además, la tanda de penaltis frente a la Real Sociedad, la remontada en Granada y la de anoche frente al Sevilla, ver la nueva hornada de jugadores jóvenes que solo necesitan confianza para ir creciendo, ver a Piqué dejarse el alma por volver y, en especial, ver a Leo sonreír y como es el guía del grupo, son pequeños atisbos de esperanza de lo que podría ser si todo empieza a venir de cara.
El Barça saltó al Camp Nou con la idea clara de que al Sevilla, reservón ya de por sí, se le haría muy largo el encuentro si se ponía por debajo en el marcador a las primeras de cambio. Tras dos avisos del mosquito, fue en el minuto 11 cuando Dembélé abrió la lata con un trallazo espectacular.
De ahí en adelante, los de Koeman fueron agobiando a su rival, que bastante tuvo con capear el temporal y aguantar hasta el último tramo de duelo en ventaja en la eliminatoria. Con Messi liderando el juego, los blaugrana volvieron a ir creciendo con el paso de los minutos en la segunda mitad. Fue en el 71, en una de las pocas llegadas de los sevillistas, cuando la eliminatoria pudo quedar sentenciada. Ocampos, desde el punto de penalti, pudo hacer el 1-1, pero una vez más ter Stegen fue un muro insalvable para el rival.
En un último acoso del FC Barcelona sobre la portería rival, no fue hasta el último instante cuando llegó el merecido premio. Piqué, tras un magnífico pase de Griezmann, hacía el 2-0 y mandaba el encuentro a la prórroga, desatando la locura culé. En el tiempo extra, transcurridos cinco minutos, Braithwaite -a lo Pizzi- establecía el 3-0 definitivo, que pudo ser ampliando en más de una ocasión en los últimos quince minutos de juego.
Tras la muestra de orgullo sobre el césped, llegaba el final de la eliminatoria. El Barça, por cuadragésima segunda vez, estará en la final de Copa del Rey. El rey de Copas es fiel, una vez más, a su tradición y estará en la pelea por el título por décima ocasión en las últimas trece temporadas.
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